Memorias de Chihuahua
Academia Juárez es una institución educativa de renombre ostenta el título de la institución privada más antigua del noroeste del estado de Chihuahua, ubicada en Colonia Juárez, en el municipio de Casas Grandes. Su legado se remonta al 20 de septiembre de 1897.
La presencia de la educación mormona en México tiene sus raíces en la respuesta de la Iglesia Mormona a la implementación de la ley Edmunds, aprobada por el Senado de Estados Unidos con 38 votos a favor y 7 en contra, y posteriormente ratificada en contra de las prácticas y costumbres mormonas, principalmente la poligamia. A pesar de la negativa del presidente Cleveland a firmar el proyecto de ley, esta entró en vigencia el 3 de marzo de 1887, lo cual desencadenó una persecución que resultó en la migración de varias comunidades desde los estados de Utah, Nuevo México y Arizona hacia México, específicamente a Chihuahua y Sonora.
Y aunque la poligamia en México también estaba prohibida se establecieron 9 colonias 6 de ellas en Chihuahua siendo la más importante colonia Juárez en donde podrían practicar la poligamia con toda libertad bajo un acuerdo entre el líder religioso John Taylor quien era considerado un profeta para los mormones y el presidente de México, Porfirio Díaz quien estaba decidido en modernizar el norte de México con inversión extranjera.
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Después de la muerte de Taylor, su sucesor, Wilford Woodruff, inició la creación de academias mormonas privadas en Estados Unidos y en septiembre de 1897, la comunidad de Colonia Juárez en México siguió este modelo al establecer la creación de la Academia de Colonia Juárez, ofreciendo un programa educativo similar al de las academias en Estados Unidos. La escuela, incluía materias tradicionales como álgebra, literatura, historia, entre otras, principalmente manteniendo un enfoque en seminarios de religión.
No fue sino hasta el 1903, que se dio inicio a la construcción de los emblemáticos edificios al estilo victoriano sede de la Academia Juárez. A pesar de estar fuera de Estados Unidos, la academia siempre a reflejado su identidad con sus escuelas hermanas con un cuerpo estudiantil y docente principalmente anglosajón en el que perisisten a lo largo de 120 años apellidos como Jones, Redd, Robinson, Romney, Snow, Spilsbury y Taylor.
La enseñanza se realizaba principalmente en inglés, al igual que en la actualidad. Sin embargo, una de las pocas diferencias con las otras academias al momento de su creación fue la inclusión de una clase en español. Durante los primeros años de la Academia Juárez, la clase de español facilitó la conexión entre los estudiantes y la comunidad mexicana. Manrique González, el primer hispanohablante graduado en los primeros veinticinco años de la academia, se convirtió en maestro de español después de graduarse en 1910. González desempeñó un papel fundamental en la integración de más estudiantes mexicanos a esta institución.
Las verdaderas tensiones entre los mormones y los residentes locales mexicanos quedaron expuestas con el estallido de la Revolución Mexicana. Los colonizadores mormones, quienes se veían a sí mismos como no mexicanos, optaron por no tomar partido en este conflicto. Aunque las facciones revolucionarias y federales inicialmente respetaron la neutralidad mormona, esta situación no perduró. La competencia de los mormones con los grandes oligarquías de Chihuahua atrajo la intervención rápida de las tropas de los colorados (revolucionarios radicales) liderados por José Inés Salazar. Este último exigió a los mormones la entrega de armas y municiones, y al no cumplir con esta demanda, habría represalias.
Como resultado, los habitantes de Colonia Juárez se vieron obligados a partir hacia El Paso, Texas, lo que condujo al abandono temporal de la Academia Juárez, la cual aún no estaba terminada. La construcción del edificio principal sería concluida con el regreso de los mormones en 1914, aunque algunos nunca regresaron debido al temor y crecimiento de la tensión entre los mexicanos y los expatriados. Esta situación provocó que la Academia Juárez operara de manera más hermética, adoptando una postura aislacionista y protectora, enfocada en ofrecer educación exclusivamente a los mormones aún hasta finales de la década de 1930, la escuela seguía siendo mayoritariamente de mormones y presentaba aún resistencia al no adoptar completamente la cultura mexicana, manteniendo tradiciones americanas como la celebración del 4 de julio, día de la independencia de las 13 colonias frente al Reino de Gran Bretaña, en lugar del 16 de septiembre, día de la independencia de México. La instrucción tenía como objetivo convertir a los nativos en "buenos americanos" en lugar de "buenos mexicanos para México", resaltando la mentalidad distante entre las dos culturas.
En la actualidad, la Academia Juárez se ha transformado en un espacio más diverso y abierto a la cultura mexicana, aunque no de forma completa. Esta institución continúa siendo un elemento de gran importancia en la historia de Chihuahua.