/ miércoles 18 de septiembre de 2024

Ya nada importa 

No importa la cancelación de las inversiones, ni la devaluación de nuestra moneda, ni el desempeño de las empresas.

Así es como piensan los políticos mexicanos que en su vida han generado un empleo, que nunca han atendido a un cliente y, por supuesto, nunca se las han arreglado para pagar una nómina.

No sólo no están llegando las inversiones extranjeras a nuestro país, lamentablemente grandes empresas mexicanas están decidiendo sacar el dinero de México e invertirlo en otro país, tal es el caso de los recientes anuncios hechos por empresas como Bimbo, que está comprando una panadería en Brasil, o como Liverpool, que está invirtiendo fuertemente en Estados Unidos; Oxxo acaba de comprar 249 tiendas en el sur de Estados Unidos y América Móvil está comprando una compañía telefónica también en Estados Unidos.

¿De cuántas más compañías no sabemos? Ya sea porque no son tan famosas o abiertas en su información; no sabemos cuántas empresas mexicanas están haciendo inversiones fuera del país o cuántos inversionistas están sacando su dinero de México. ¿Será ese el ejemplo que tenemos que seguir el resto de las empresas mexicanas? ¿minimizar el riesgo llevando nuestro capital a Estados Unidos?

Tanto anunciamos y presumimos el Nearshoring que ahora quien lo está aprovechando es Texas, con promoción, facilidades e incentivos para las empresas que quieran establecerse en ese estado. En sectores como la minería, donde las inversiones son de gran volumen, la incertidumbre tiene paralizada a una industria que, al día de hoy, con el valor del oro, debería estar generando una gran cantidad de proyectos, pero las condiciones del país y la falta de reglas claras tienen detenidas casi todas las inversiones.

Otro factor de esta desaceleración es la inseguridad. Tenemos semanas de verdadera guerra en gran parte del país, donde el cobro de piso ha obligado a grandes empresas a cerrar, terminado así con miles de empleos formales; un país donde los enfrentamientos afectan a pequeños y medianos negocios, dejando también desamparados y desesperanzados a los emprendedores. Y con una postura totalmente indiferente y ajena por parte de los responsables de la seguridad.

Y volteamos y buscamos, ¿a quién culpamos? ¿Es culpa de Yunes? ¿De Marko Cortez? ¿Qué hay de nuestros políticos locales? Ellos, quienes deberían de ser nuestra voz y voto en las representaciones nacionales. ¿Cuál es el punto de la representación si ellos cambian de partidos sin importarles que miles de mexicanos fueron quienes les dieron el voto de confianza para estar ahí?

Ellos ya lo habían anunciado, los que creíamos que los detendrían salieron peor, perdidos y repartiéndose puestos y poder, pactando por inmunidad y saltándose la ley. Ante un panorama desalentador, nos queda una pregunta más grande: ¿Y qué hacemos ahora? ¿Cuál es el verdadero cambio que debemos buscar y seguir?


Ing. Francisco Santini

Presidente Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com


No importa la cancelación de las inversiones, ni la devaluación de nuestra moneda, ni el desempeño de las empresas.

Así es como piensan los políticos mexicanos que en su vida han generado un empleo, que nunca han atendido a un cliente y, por supuesto, nunca se las han arreglado para pagar una nómina.

No sólo no están llegando las inversiones extranjeras a nuestro país, lamentablemente grandes empresas mexicanas están decidiendo sacar el dinero de México e invertirlo en otro país, tal es el caso de los recientes anuncios hechos por empresas como Bimbo, que está comprando una panadería en Brasil, o como Liverpool, que está invirtiendo fuertemente en Estados Unidos; Oxxo acaba de comprar 249 tiendas en el sur de Estados Unidos y América Móvil está comprando una compañía telefónica también en Estados Unidos.

¿De cuántas más compañías no sabemos? Ya sea porque no son tan famosas o abiertas en su información; no sabemos cuántas empresas mexicanas están haciendo inversiones fuera del país o cuántos inversionistas están sacando su dinero de México. ¿Será ese el ejemplo que tenemos que seguir el resto de las empresas mexicanas? ¿minimizar el riesgo llevando nuestro capital a Estados Unidos?

Tanto anunciamos y presumimos el Nearshoring que ahora quien lo está aprovechando es Texas, con promoción, facilidades e incentivos para las empresas que quieran establecerse en ese estado. En sectores como la minería, donde las inversiones son de gran volumen, la incertidumbre tiene paralizada a una industria que, al día de hoy, con el valor del oro, debería estar generando una gran cantidad de proyectos, pero las condiciones del país y la falta de reglas claras tienen detenidas casi todas las inversiones.

Otro factor de esta desaceleración es la inseguridad. Tenemos semanas de verdadera guerra en gran parte del país, donde el cobro de piso ha obligado a grandes empresas a cerrar, terminado así con miles de empleos formales; un país donde los enfrentamientos afectan a pequeños y medianos negocios, dejando también desamparados y desesperanzados a los emprendedores. Y con una postura totalmente indiferente y ajena por parte de los responsables de la seguridad.

Y volteamos y buscamos, ¿a quién culpamos? ¿Es culpa de Yunes? ¿De Marko Cortez? ¿Qué hay de nuestros políticos locales? Ellos, quienes deberían de ser nuestra voz y voto en las representaciones nacionales. ¿Cuál es el punto de la representación si ellos cambian de partidos sin importarles que miles de mexicanos fueron quienes les dieron el voto de confianza para estar ahí?

Ellos ya lo habían anunciado, los que creíamos que los detendrían salieron peor, perdidos y repartiéndose puestos y poder, pactando por inmunidad y saltándose la ley. Ante un panorama desalentador, nos queda una pregunta más grande: ¿Y qué hacemos ahora? ¿Cuál es el verdadero cambio que debemos buscar y seguir?


Ing. Francisco Santini

Presidente Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com


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