El presidente Andrés Manuel López Obrador anuncio que la maestra Delfina Gómez Álvarez será quien tome el cargo como titular de la secretaría de educación pública sustituyendo al economista Esteban Moctezuma.
Es un momento de transformación para la educación pública en México, pues se está rompiendo el paradigma de que la SEP debe ser encabezada por los grandes intelectuales con doctorados en el extranjero, la maestra Delfina es pueblo, tiene una trayectoria como maestra y directora de primaria y conoce el sistema educativo desde lo más profundo.
Además de ser maestra cuenta con licenciatura y maestría, -por si el clasismo dicta que no está preparada- conoce las condiciones de los planteles escolares, las deficiencias en equipo e infraestructura que heredamos de los gobiernos del PRIAN. Conoce también la dinámica sindical del magisterio.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está empoderando al pueblo, que sean los de abajo los que tomen el mando en la vida pública nacional, -Arriba los de abajo- y que las instituciones sean encabezadas por auténticos representantes del pueblo y no por la elite que no tiene la sensibilidad para resolver los grandes y graves problemas de la educación en México.
El presidente asegura que no hay mejor persona que una maestra o un maestro para este puesto, ya que solo ellos saben cómo se ejerce esta profesión, Es una gran oportunidad para demostrar que la cuarta transformación está trascendiendo, logrando cosas que los partidos de la derecha critican. Antes se entregaban los puestos más importantes a familiares y conocidos con sueldos absurdamente elevados.
El reto para la maestra Delfina es muy grande, lidiar con los problemas del sindicato de maestros que se ha vuelto un poder fáctico en México. El sindicato más grande de América latina con un millón seiscientos mil integrantes, el SNTE tiene tanta fuerza que ha incidido en los procesos electorales al grado de casi imponer al presidente de la república, en el 2006 a favor del PAN y en 2012 a favor del PRI.
Otro reto que enfrenta la nueva secretaria de educación es el manejo de la pandemia y las clases a distancia. Nunca se invirtió en equipo de cómputo y tecnología. Muchas de las escuelas del país ni siquiera cuentan con baños dignos, los alumnos tienen que echar agua al excusado con una cubeta. En muchas escuelas-la mayoría de las que un servidor ha visitado- no cuentan con aires acondicionados, sufren las inclemencias del calor en el verano, los maestros suben al techo a echar agua al aire con una cubeta.
Este abandono a los planteles educativos es una gran deuda que el gobierno tiene con los alumnos, con nuestros niños y niñas y con el pueblo de México. En este sentido la pandemia vino a complicar todo, la SEP no cuenta con una plataforma digital para impartir clases, menos con una escuela nacional en línea. Los maestros, los padres de familia y los alumnos han hecho grandes esfuerzos para trabajar con las herramientas más básicas, el celular para enviar y recibir tareas y los correos electrónicos para compartir actividades escolares.
Es digno reconocer que en medio de la pandemia se logró ajustar las condiciones para que los estudiantes no perdieran el año escolar 2019-2020 y con la implementación del programa ´´aprende en casa´´, en convenio con las grandes -y monopólicas- televisoras se logró impartir cátedra a los niños y niñas para no frenar la educación en el año escolar 2020-2021.
Es mucho el trabajo que le toca hacer a la maestra Delfina, sin embargo, es un momento histórico para la vida pública, para los maestros y maestras, para los padres de familia y para el sistema educativo nacional que sea precisamente una maestra de primaria la que dirija a la SEP. Hay que apostar a la inversión en tecnología, a la inversión en el desarrollo humano, psicológico y emocional de los estudiantes y apostarle a la profesionalización de los docentes. Estimado lector me pongo a sus órdenes en mis redes sociales Andrés Alderete.