/ jueves 17 de diciembre de 2020

Salario digno en la cuarta transformación

Nunca en la historia de México se había dado un trato digno al trabajador. Tuvo que llegar un gobierno emanado del pueblo para aumentar el salario mínimo al doble y se ofrecieran ingresos dignos a millones de hombres y mujeres que integran la fuerza laboral que mueve a México.

La constitución mexicana a través de la ley federal del trabajo establece que el salario mínimo debe ser suficiente para ´´satisfacer las necesidades básicas de un jefe de familia en el orden material, social y cultural; además de proveer a la educación obligatoria de los hijos´´. Este objetivo paso desapercibido durante décadas. A partir de la instalación del régimen neoliberal encabezado por Salinas De Gortari el obrero empezó a empobrecer sistemáticamente por más de treinta años.

Vamos a los números, del año 1988 al 2018 el salario mínimo creció en promedio 2.5% anual, al mismo tiempo la inflación anual aumentó en un promedio de 3.5% lo que nos lleva a un déficit en el poder adquisitivo del obrero de 1% anual, si multiplicamos ese déficit por los 30 años del neoliberalismo tendremos un empobrecimiento del 30% en el poder adquisitivo del obrero. Es decir, en treinta años el obrero se empobreció.

Y para desmenuzar el tema del poder adquisitivo es necesario definir que el obrero mexicano gasta su dinero en cuatro sectores fundamentales, el sector energético (electricidad, gas y gasolina) El sector de telecomunicaciones (internet y telefonía) El sector financiero (comisiones por créditos bancarios, hipotecarios y de tiendas departamentales) y finalmente el sector alimentario (la canasta básica) son cuatro de los sectores que a través de la inflación y prácticas monopólicas han reducido el poder adquisitivo del obrero. Sectores donde el gobierno tiene injerencia directa.

Aumentar el salario por encima de la inflación es solo un paso para generar prosperidad en México, también es necesario ajustar otros factores. El gobierno de la cuarta transformación trabaja en mantener los precios bajos en gasolina y electricidad. Incentivando la competencia sana en el sector de telecomunicaciones para que bajen los precios del internet. También se han creado leyes para eliminar comisiones bancarias y eliminar la usura bancaria. Se creó el programa ´´precios de garantía ´´ el cual consiste en comprar directamente al productor -a precio digno- los productos del campo para asegurar la soberanía alimentaria y así bajen los precios de la canasta básica.

Es de reconocer, se ha hecho muchísimo en dos años. Tan solo en la frontera en el año 2019 el salario mínimo aumento al doble, aumento otro 16% en el año 2020 y se proyecta un aumento del 15% para el año 2021. Estamos hablando de un aumento del 131% al salario mínimo en 2 años del gobierno de López Obrador.

Muy a pesar de que ´´los expertos del tema´´ y los integrantes de la comisión nacional de salarios mínimos sostuvieron por décadas la versión de que subir el salario crearía una crisis, que las empresas iban a quebrar y que habría despidos masivos. Pues no sucedió, AMLO les dio una cátedra magistral de administración y economía a los tecnócratas del neoliberalismo, hoy las empresas están solidas. Los patrones están contentos y los obreros están felices. – es importante decir que el sector patronal ha sido generoso y cooperativo con este nuevo gobierno, han estado a la altura de la nueva etapa de transformación y democracia que vivimos en el país.

Y para los que dicen que es un tema político o ideológico, -yo les digo respetuosamente que no- el tema de salario digno y repartición justa de las riquezas no es un tema de ideología política, es un tema de humanismo, de justicia social, es incluso un tema de sentido común, entre mejor se repartan las riquezas producto del trabajo y del talento, mejor nos va a todos, si el obrero le da una vida digna a su familia se construye una mejor sociedad y un mejor país. Estimados lectores me pongo a sus órdenes en mis redes sociales. Andrés Alderete.