La Ley de Economía Circular (LEC), que fue aprobada por el Congreso del Estado de Chihuahua, marca un hito en el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, y hoy quiero hablarles de la gran oportunidad que tenemos como sociedad para construir un marco normativo ejemplar, solidario con el medio ambiente.
En Chihuahua Green consideramos que, en un contexto global de agotamiento de recursos y aumento de residuos, es vital adoptar modelos económicos que fomenten la eficiencia y la circularidad, y esta nueva ley, la séptima en México, marca un gran precedente.
Resulta destacable que el Consejo Coordinador Empresarial de Chihuahua (CCE), que aglutina voluntades de 18 importantes organismos empresariales, pudo expresar su visión de largo plazo en las mesas técnicas a las que convocó el Poder Legislativo, y ésta fue plasmada en el dictamen final, un paso fundamental para cimentar una ley de avanzada.
La LEC refleja la determinación de Chihuahua por alinear sus políticas públicas con las demandas ambientales mundiales, y busca minimizar el impacto ecológico, así como estimular la innovación y el crecimiento económico.
La ley incluye incentivos fiscales y un sistema de información pública para promover la adopción de la economía circular en el territorio estatal. Esto evidencia que la transición sostenible requiere apoyo político, económico y ciudadano.
Asimismo, para que la ley se implemente efectivamente, la colaboración activa del gobierno, la industria y la sociedad civil es clave; así se podrá consolidar al estado como líder en sostenibilidad en México y el extranjero.
Su objetivo es promover el uso eficiente de recursos y la reducción de residuos. Su marco legal se alinea con la Constitución Política mexicana y otras legislaciones vigentes. Además, considera la participación intersectorial para una transición integral.
Su estructura consta de nueve capítulos, desde disposiciones generales hasta incentivos y sistemas de información. Se considera una iniciativa progresista, pues representa el cambio del modelo económico lineal a uno circular, con énfasis en reutilización, reparación, valorización de recursos sobrantes, y, por último, el reciclaje. Y en cuanto a responsabilidad social, busca inculcar una cultura circular y consumo ciudadano responsable.
Hago un paréntesis para agradecer a Federico Baeza, presidente del CCE, y a su director, Fernando Peláez, por su gran institucionalidad y trabajo para impulsar la inclusión del sector productivo en dicha ley.
De la misma manera, expreso mi pleno reconocimiento al presidente de Coparmex Chihuahua, Chava Carrejo, y a René Nava, director del Sindicato Patronal, por su gran apoyo y liderazgo en temas medioambientales. Ellos han sido actores clave para alojar y fortalecer dentro del organismo la iniciativa estatal público-privada “Chihuahua Green”, que impulsa decididamente la transición del ecosistema empresarial hacia la Economía Circular.
Agradezco también al diputado Carlos Olson, presidente de la Comisión de Economía, Industria y Comercio, por su apertura para incluir al sector privado en el diseño de la nueva ley, y por la transparencia demostrada en las mesas técnicas y la dictaminación.
Sin duda, este logro no hubiera sido posible sin el gran trabajo y expertiz de Marina Gutiérrez y Bruno Toussaint, de “Grupo Estrategia Política”, de Coparmex Nacional, quienes tienen el apoyo de varias industrias nacionales.
Qué decir de INDEX Chihuahua, que mostró disposición plena y sus propias ideas sobre el proyecto de ley, a través de Alejandro Hernández, un gran profesional y conocedor del tema; asimismo, Canacintra, que estuvo presente en dichas mesas de diálogo.
En conclusión, esta ley es un paso más hacia un futuro más verde y sostenible, que marcará a Chihuahua, sin duda, como epicentro de la Economía Circular para otras regiones. ¡Hasta pronto!