/ viernes 11 de octubre de 2024

Las migraciones de Gloria Gervitz

Calificada como una de las voces más importantes de la poesía mexicana y una referencia para las generaciones, actuales y futuras, que buscan encontrar y escuchar a la poesía, e incluso responder a su llamado.

Una mujer que fue fiel a ella misma y de esto hay mucho que aprender, ya que llevó esta insistencia, hasta las últimas consecuencias, logrando un poema de toda una vida, llamado “Migraciones”, el cual escribió durante cuarenta años, agregando y cortando, permitiendo que la respiración la llevara a ella y no al revés.

“Migraciones”, lo inicio entre agosto y septiembre de 1976, prácticamente su único proyecto, fue creciendo con ella y madurando como un universo que no cesa de expandirse, como un árbol que jamás se secará.

Era como ver al poema, como una tela que se expande y se transforma, donde interviene la belleza y el juego.

Con Gloria Gervitz, la poesía cobró vida y rompió lo establecido, dejando un vacío de sabiduría que no puede llenarse.

El vacío que deja es tan grande, quizá por la capacidad que tuvo para conmover. Se trata de un poema que escribió desde el alma.

De tal forma que la autora, tuvo una gran capacidad para combinar dos cuestiones, como son: la religión y la vida personal.

Cabe recordar que la religión está muy presente en la obra de Gervitz, pero no se trata de una poesía religiosa. Es una poesía del “yo”, específicamente de un “yo” femenino, que transita o, precisamente, migra a través de la experiencia de la vida.

Sin embargo, la religión está ahí, así como están la abuela, la madre, la hija y la nana, lo que implica una verdad que conmueve.

Cuando la poeta refiere: “No tengo el lugar solo la añoranza del lugar la rutina/y el tiempo que pasa”.

Los sentimientos que toca son profundamente personales, pero también los comparte con todos aquellos que la descubren.

Su poesía conmueve, porque apela a lo más grande como es la religión a través de la reflexión y la filosofía, pero también a lo más íntimo y personal.

Es importante mencionar, que la autora comenzó a escribir los primeros indicios de su proyecto, en el año 1976, cuando tenía apenas 33 años.

La voz poética de Gervitz la encontraremos junto a otras grandes poetas que la precedieron, como: Rosario Castellanos, Dolores Castro, Enriqueta Ochoa, Concha Urquiza, por mencionar algunas. Pero su influencia está ahí, suspendida en el aire.

Lo que Gloria Gervitz nos deja es mucho, quizá demasiado, por ahora quedan algunas de sus enseñanzas. En primer lugar, ser fieles con uno mismo y a nuestros proyectos, sin importar el tiempo que tomen, incluso si es una vida entera.

El poema “Migraciones” termina el 19 de abril del 2022 cuando su autora signa el punto final, y cierra la travesía lírica, que abarca más de cuatro décadas.

Tan solo recordar lo que mencionaba: “Intenté dar voz a los recuerdos olvidados, voz a esas mujeres que emigraron de Rusia y de Europa Central”, mujeres, pues, en el exilio: mujeres que oyen con asombro su propia voz ‒llamado, plegaria, desencuentro‒ sin saber quién es la que habla, ni desde qué oscuridad o desde qué latitud de la memoria.

Estas voces de mujeres, para las cuales el suspenso de la identidad parece ser esencial, y dar paso a una exploración de lo femenino, esa condición de lo humano, que asume las formas de una radical desgarradura. Carencia y deseo insatisfecho, lo femenino se muestra, como ese reclamo universal, que asegura la continua generación de la vida.

“Mejor soñar que estoy muerta/ y no morirme de los tantos sueños que me inventan/ me vuelvo a dormir y ya no sueño/ y la luz atropellándose en el filo del día/ y el grito de los árboles ensordeciéndose/ y la tarde solo dice lo mismo/ no abre esa pausa entre lo real/ único espacio habitable/ geometría momentánea/ insomnio lento y cerrado/ el alba desaguándose/ un sol de abejas”.

Gloria Gervitz, falleció el 19 de abril de 2022, siempre mencionaba “Y yo que estoy hecha de palabras no tengo palabras”

Y aquí podría preguntar: Y usted, yo y nosotros, tendremos las palabras adecuadas y precisas para no atropellarnos?

Calificada como una de las voces más importantes de la poesía mexicana y una referencia para las generaciones, actuales y futuras, que buscan encontrar y escuchar a la poesía, e incluso responder a su llamado.

Una mujer que fue fiel a ella misma y de esto hay mucho que aprender, ya que llevó esta insistencia, hasta las últimas consecuencias, logrando un poema de toda una vida, llamado “Migraciones”, el cual escribió durante cuarenta años, agregando y cortando, permitiendo que la respiración la llevara a ella y no al revés.

“Migraciones”, lo inicio entre agosto y septiembre de 1976, prácticamente su único proyecto, fue creciendo con ella y madurando como un universo que no cesa de expandirse, como un árbol que jamás se secará.

Era como ver al poema, como una tela que se expande y se transforma, donde interviene la belleza y el juego.

Con Gloria Gervitz, la poesía cobró vida y rompió lo establecido, dejando un vacío de sabiduría que no puede llenarse.

El vacío que deja es tan grande, quizá por la capacidad que tuvo para conmover. Se trata de un poema que escribió desde el alma.

De tal forma que la autora, tuvo una gran capacidad para combinar dos cuestiones, como son: la religión y la vida personal.

Cabe recordar que la religión está muy presente en la obra de Gervitz, pero no se trata de una poesía religiosa. Es una poesía del “yo”, específicamente de un “yo” femenino, que transita o, precisamente, migra a través de la experiencia de la vida.

Sin embargo, la religión está ahí, así como están la abuela, la madre, la hija y la nana, lo que implica una verdad que conmueve.

Cuando la poeta refiere: “No tengo el lugar solo la añoranza del lugar la rutina/y el tiempo que pasa”.

Los sentimientos que toca son profundamente personales, pero también los comparte con todos aquellos que la descubren.

Su poesía conmueve, porque apela a lo más grande como es la religión a través de la reflexión y la filosofía, pero también a lo más íntimo y personal.

Es importante mencionar, que la autora comenzó a escribir los primeros indicios de su proyecto, en el año 1976, cuando tenía apenas 33 años.

La voz poética de Gervitz la encontraremos junto a otras grandes poetas que la precedieron, como: Rosario Castellanos, Dolores Castro, Enriqueta Ochoa, Concha Urquiza, por mencionar algunas. Pero su influencia está ahí, suspendida en el aire.

Lo que Gloria Gervitz nos deja es mucho, quizá demasiado, por ahora quedan algunas de sus enseñanzas. En primer lugar, ser fieles con uno mismo y a nuestros proyectos, sin importar el tiempo que tomen, incluso si es una vida entera.

El poema “Migraciones” termina el 19 de abril del 2022 cuando su autora signa el punto final, y cierra la travesía lírica, que abarca más de cuatro décadas.

Tan solo recordar lo que mencionaba: “Intenté dar voz a los recuerdos olvidados, voz a esas mujeres que emigraron de Rusia y de Europa Central”, mujeres, pues, en el exilio: mujeres que oyen con asombro su propia voz ‒llamado, plegaria, desencuentro‒ sin saber quién es la que habla, ni desde qué oscuridad o desde qué latitud de la memoria.

Estas voces de mujeres, para las cuales el suspenso de la identidad parece ser esencial, y dar paso a una exploración de lo femenino, esa condición de lo humano, que asume las formas de una radical desgarradura. Carencia y deseo insatisfecho, lo femenino se muestra, como ese reclamo universal, que asegura la continua generación de la vida.

“Mejor soñar que estoy muerta/ y no morirme de los tantos sueños que me inventan/ me vuelvo a dormir y ya no sueño/ y la luz atropellándose en el filo del día/ y el grito de los árboles ensordeciéndose/ y la tarde solo dice lo mismo/ no abre esa pausa entre lo real/ único espacio habitable/ geometría momentánea/ insomnio lento y cerrado/ el alba desaguándose/ un sol de abejas”.

Gloria Gervitz, falleció el 19 de abril de 2022, siempre mencionaba “Y yo que estoy hecha de palabras no tengo palabras”

Y aquí podría preguntar: Y usted, yo y nosotros, tendremos las palabras adecuadas y precisas para no atropellarnos?

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¿Y usted tiene discreción?

En el mundo dominado por las redes sociales, la premisa es publicar todo lo que hacemos; así. que es muy común, que las personas siempre estemos presumiendo de nuestros logros o nuestros méritos, buscando la admiración de los demás. Por lo que, exponernos y exponer todo lo que hacemos está de moda. Da igual de lo que se trate: lo que cocinamos, cuándo viajamos, qué ropa utilizamos y dónde la compramos, los logros de nuestros hijos, o qué hacemos cuando nos aburrimos, y hasta las peripecias que hace nuestro perro. El propósito es compartir y exponer la vida privada, la cotidianeidad de cada uno, para que la “vean” nuestras amistades más cercanas, pero además la mayor cantidad de gente. Así, en un mundo de infinitos escaparates, la discreción parece ser un valor que ha quedado en desuso, o en todo caso olvidado. La discreción, hace referencia a la cautela, para no contar lo que uno sabe o para guardar un secreto, cuando no hay necesidad de que lo sepan o conozcan los demás. A veces somos tan abiertos con otras personas, que incurrimos en riesgos, que ni siquiera sabemos que existen, ni las consecuencias que nos van a generar. Además, es habitual entre nosotros, que compitamos con quienes nos rodean, para conseguir figurar en los primeros puestos, buscando el reconocimiento social. Curiosamente en este contexto, la discreción resulta ser una virtud escasa, que facilita la convivencia y las relaciones personales, tanto en los entornos laborales, como en los domésticos o familiares. Frente a estos escenarios, una persona discreta sabe ser cautelosa y callar cuando es conveniente; además también es reservada, especialmente con los asuntos de los demás. Curiosamente una persona con estas cualidades, es confiable y un confidente ideal, con la que podríamos compartir una preocupación, un problema o incluso confiarle un secreto íntimo o privado. Porque estos secretos, no serán compartidos, ni medio compartidos, con otros. Una persona discreta, sabe actuar y hablar con tacto, desde la cercanía, haciendo siempre sentir cómoda a otra persona. Suele ser sensata y no busca figurar, ni ser protagónico. Por lo general no habla de sí misma, ni de sus virtudes ni de sus méritos frente a terceros. Aunque es consciente de ellos y de su valor, se siente más cómoda haciendo visibles las virtudes y los méritos de los demás. No tiene prisa, ya que siempre sabe esperar, hasta que llega el momento oportuno para actuar. Es importante referir, que las personas faltas de discreción, se verán en dificultades para ocultar su verdadero ser, y tratarán de enmascarar todo con excusas. Podríamos mencionar que el valor de la discreción, es directamente proporcional a la prudencia. La discreción es simplemente la base de la confianza. Que extraño se “escucha” que la discreción es la base la confianza; recordemos que la confianza, es resultado de un proceso de conocimiento y aprendizaje, la cual podemos perder en un instante. Porque estimado lector sin dudarlo, usted y un servidor, no nos sentiríamos seguros de compartir información, con personas que puedan darla a conocer con otras personas, con quienes no tenemos empatía o no conocemos. Lo más recomendable es que, si usted desea ser generoso, hágalo con cualquier cosa, menos con la información de los otros. Recuerde que una persona prudente se comporta, con sensatez, eligiendo en cada momento el comentario oportuno, también tiene el control con la información, al ejercer la discreción evitando traicionar el secreto o la intimidad de otros. Esto es un ejemplo de respeto, hacia quien le ha confiado información personal y privada; además es una muestra de lealtad. Y lo más importante una persona discreta y prudente, entiende y valora las emociones que puede sentir el otro y procura no provocar su dolor. Porque una frase o una conducta imprudente, acaban con todo y cambian la opinión que los demás tienen de usted. Recuerde que la confianza, es básica en las relaciones personales. Sin ella no podemos mantener relaciones profundas, tan solo frívolas, y superficiales. Porque una de las ventajas de ser prudente, es que usted consigue tener relaciones personales de calidad y respeto. Así que estimado lector, la pregunta obligada: ¿Y usted tiene el poder de la discreción?

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