/ jueves 8 de agosto de 2024

La columna

  • Nicolás Maduro contra el mundo: ¿el ocaso de la dictadura en Venezuela?

Venezuela se debate hoy entre la tiranía y la libertad. La reciente elección presidencial en la que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, se autoproclamó “vencedor” y “reelecto”, no convence a los venezolanos ni a la comunidad internacional. Con el control de toda la fuerza del Estado, y manipulando al Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), Maduro oficializó los “resultados” a su favor declarando que ganó por 51% de votos en respaldo a su candidatura, contra 44% en apoyo al candidato opositor Edmundo González Urrutia. Sin soporte documental alguno fue hecho tal anuncio, pues hasta el momento Maduro se ha negado a dar a conocer las actas de escrutinio y cómputo de la elección, mientras que Edmundo González y los líderes opositores que lo acompañan han demostrado de manera pública, con el 80% de las actas en su poder, un triunfo contundente en proporción de dos a uno, sobre el dictador.

No obstante la enorme desconfianza y protestas despertadas dentro y fuera de Venezuela ante la arbitraria e ilegal intervención efectuada en los comicios por el aparato gubernamental al servicio de Maduro, éste se niega a exhibir la documentación que revele el verdadero resultado electoral. No conforme con ello, Maduro se ha atrevido a usar la fuerza pública para encarcelar a algunos de sus opositores y reprimir las legítimas protestas de ciudadanos que ante el fraude electoral han tomado las calles exigiendo al tirano su salida del poder, así como el respeto a la decisión democrática que la gran mayoría del pueblo venezolano manifestó en las urnas para lograr un cambio de régimen político.

La arrogancia y tiranía de Maduro han sido aún mayores al expulsar de Venezuela a los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, quienes con sensatez señalaron la falta de voluntad de Maduro para transparentar el resultado de la elección. Hoy gran parte de la comunidad internacional reclama a Maduro la demostración de sus afirmaciones mediante la publicación de los documentos oficiales en los que consta la decisión mayoritaria del electorado venezolano. La ONU, la Unión Europea, la OEA, así como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá han exigido a Nicolás Maduro transparentar y demostrar el verdadero resultado electoral, ante la ausencia de legalidad y libertad reflejada en el burdo atropello cometido contra los derechos políticos fundamentales de los ciudadanos de Venezuela, cuyo responsable es el mismo Maduro.

Incluso los aliados de Nicolás Maduro, los presidentes de Colombia (Gustavo Petro), Brasil (Inácio Lula da Silva) y México (Andrés Manuel López Obrador), quienes por ser sus camaradas ideológicos se habían resistido a pronunciarse contra la sospechosa “reelección”, finalmente han emitido una declaración conjunta para exigir que se verifiquen los resultados electorales que Maduro, sin demostrar públicamente las actas de elección, afirma haber obtenido para gobernar a Venezuela durante seis años más. Hoy parece estar llegando a su fin la dictadura de Maduro, pues su fraudulento intento por mantenerse en el poder ha puesto en su contra no solo a la mayoría de los venezolanos, sino también a los organismos multinacionales mundial, europeo y americano (ONU, UE y OEA), así como a un sector importante de las naciones democráticas del mundo. Los días del tirano parecen estar contados.

carloshjaramillovela@yahoo.com

Miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C.


Maestro en Derecho Político y Administración Pública. Auxiliar de Dirección Ejecutiva de la JCAS.

carloshjaramillovela@yahoo.com

  • Nicolás Maduro contra el mundo: ¿el ocaso de la dictadura en Venezuela?

Venezuela se debate hoy entre la tiranía y la libertad. La reciente elección presidencial en la que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, se autoproclamó “vencedor” y “reelecto”, no convence a los venezolanos ni a la comunidad internacional. Con el control de toda la fuerza del Estado, y manipulando al Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), Maduro oficializó los “resultados” a su favor declarando que ganó por 51% de votos en respaldo a su candidatura, contra 44% en apoyo al candidato opositor Edmundo González Urrutia. Sin soporte documental alguno fue hecho tal anuncio, pues hasta el momento Maduro se ha negado a dar a conocer las actas de escrutinio y cómputo de la elección, mientras que Edmundo González y los líderes opositores que lo acompañan han demostrado de manera pública, con el 80% de las actas en su poder, un triunfo contundente en proporción de dos a uno, sobre el dictador.

No obstante la enorme desconfianza y protestas despertadas dentro y fuera de Venezuela ante la arbitraria e ilegal intervención efectuada en los comicios por el aparato gubernamental al servicio de Maduro, éste se niega a exhibir la documentación que revele el verdadero resultado electoral. No conforme con ello, Maduro se ha atrevido a usar la fuerza pública para encarcelar a algunos de sus opositores y reprimir las legítimas protestas de ciudadanos que ante el fraude electoral han tomado las calles exigiendo al tirano su salida del poder, así como el respeto a la decisión democrática que la gran mayoría del pueblo venezolano manifestó en las urnas para lograr un cambio de régimen político.

La arrogancia y tiranía de Maduro han sido aún mayores al expulsar de Venezuela a los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, quienes con sensatez señalaron la falta de voluntad de Maduro para transparentar el resultado de la elección. Hoy gran parte de la comunidad internacional reclama a Maduro la demostración de sus afirmaciones mediante la publicación de los documentos oficiales en los que consta la decisión mayoritaria del electorado venezolano. La ONU, la Unión Europea, la OEA, así como Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá han exigido a Nicolás Maduro transparentar y demostrar el verdadero resultado electoral, ante la ausencia de legalidad y libertad reflejada en el burdo atropello cometido contra los derechos políticos fundamentales de los ciudadanos de Venezuela, cuyo responsable es el mismo Maduro.

Incluso los aliados de Nicolás Maduro, los presidentes de Colombia (Gustavo Petro), Brasil (Inácio Lula da Silva) y México (Andrés Manuel López Obrador), quienes por ser sus camaradas ideológicos se habían resistido a pronunciarse contra la sospechosa “reelección”, finalmente han emitido una declaración conjunta para exigir que se verifiquen los resultados electorales que Maduro, sin demostrar públicamente las actas de elección, afirma haber obtenido para gobernar a Venezuela durante seis años más. Hoy parece estar llegando a su fin la dictadura de Maduro, pues su fraudulento intento por mantenerse en el poder ha puesto en su contra no solo a la mayoría de los venezolanos, sino también a los organismos multinacionales mundial, europeo y americano (ONU, UE y OEA), así como a un sector importante de las naciones democráticas del mundo. Los días del tirano parecen estar contados.

carloshjaramillovela@yahoo.com

Miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C.


Maestro en Derecho Político y Administración Pública. Auxiliar de Dirección Ejecutiva de la JCAS.

carloshjaramillovela@yahoo.com

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