/ lunes 16 de septiembre de 2024

El legado de Don Samuel: Un llamado a la acción empresarial

Hace unos días partió al encuentro con el Señor el Ing. Samuel Kalisch Valdez, empresario reconocido por su éxito empresarial, pero sobre todo por su labor filantrópica. Ya desde sus 34 años era Presidente de un organismo empresarial y siguió cosechando historias de servicio en innumerables organizaciones, siendo una de las más destacadas la Fundación del Empresariado Chihuahuense o Fechac.

Todavía hasta sus últimos días de vida, sin saber que estaba por partir y trascender, estaba activo en diversas iniciativas para mejorar su comunidad.

Me tocó ver su humildad, su prontitud a servir, su deseo por que más gente se preparara mejor, ya sea en lo educativo o en la formación empresarial, y siempre tenía un comentario que aportar donde participara. Una de sus preocupaciones de los últimos años fue propiciar el diálogo entre actores diversos para, por medio de la empatía y el encuentro de las ideas, resolver problemáticas mediante la unidad de actores de distinta forma de pensar.

Don Samuel es parte de una generación de empresarios generosos que aceptaron el reto, sacrificio y pasión por apoyar a la comunidad de forma incansable y desinteresada. Su partida me recordó varios empresarios que coincidieron en varias batallas y que tristemente Chihuahua los ha visto partir.

Ellos van partiendo, pero debe quedar en nuestra memoria el vivo testimonio y la invitación a seguir su ejemplo, especialmente como empresarios, a siempre dedicar algo de nuestro tiempo, de forma desinteresada, para servir a los demás. Muchos de nosotros somos privilegiados y en nuestros últimos días habremos de rendir cuentas de qué hemos hecho con los dones recibidos.

Hoy es común ver personas exitosas en lo personal y económico que priorizan en su vida la creación de la riqueza y el “disfrutar la vida”, viviendo una vida sin servir. Es legítimo y válido que cada quien elija cómo vivir, pero es admirable y benéfico para la comunidad poder asumir como propósito personal servir a los demás. En nuestra ciudad siguen existiendo muchas desigualdades y falta de oportunidades para la gente, y todos estamos llamados a contribuir. Retos como la salud, la educación, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, las adicciones, las víctimas de la violencia, la escasez económica, el apoyo a los microempresarios, entre otros, requieren el talento de esta generación de empresarios que hoy podemos aportar.

Ser empresario es poner nuestros talentos en primer lugar para crear empleos, condiciones de desarrollo para nuestros colaboradores, y debe ser también la plataforma para ayudar.

Empresarios, no caigamos en la operación de la empresa que nos atrapa y nos impide ver cómo está el entorno; no caigamos en la tentación de solo enfocarnos en crecer los ingresos económicos, atesoremos también ingresos para el alma, de esos que solo se dan cuando servimos a los demás. Estoy absolutamente convencido de que esta actitud de servir no solo mejorará nuestra capacidad de crear más riqueza, sino que alimentará a que las nuevas generaciones sean mejores. Al final de cuentas, todos estamos llamados a trascender, dejar huella, ya sea por nuestro propósito de vida, por conveniencia propia de estar en una comunidad mejor o por dejar a nuestros hijos un futuro más prometedor.

Don Samuel Kalisch, descanse en paz y gracias por haber asumido, junto con varios amigos contemporáneos suyos, el reto de servir.

Confiamos en que las generaciones asumiremos la confianza y esperanza constante en que es posible dejar un Chihuahua mejor.