En esta ocasión veremos algunos aspectos de un tema que está en los tinteros y análisis de muchos sectores de la sociedad mexicana, es lo de las pensiones contributivas y no contributivas. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria ha publicado una investigación sobre el “Financiamiento de las Pensiones, Escenarios sobre su Carga Fiscal a 2030”, nos referimos a algunos datos de dicha investigación que nos dan luz sobre el panorama de los dos tipos de pensiones. Las pensiones contributivas tienen la característica de que se generan a partir de las aportaciones tripartitas de trabajadores, patrones y gobierno dentro de un esquema de seguridad social, en este sistema tiene un gran peso la situación laboral muy particular de cada trabajador; las pensiones no contributivas no cuentan con alguna organización de aportaciones durante la vida laboral, el ejemplo más icónico de estas es el programa 65 y más que es la Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores -PBAM-, su objetivo es contribuir a aminorar las necesidades que tiene este segmento de la población, pero, sus montos son generalmente menores a los de las pensiones contributivas.
El tema ha cobrado relevancia mayor por las iniciativas de reformas constitucionales a las pensiones que presento el 5 de febrero el presidente de la república, básicamente garantiza que la pensión contributiva se pagará al 100% del monto del último ingreso, se focaliza en los que se retiren a los 65 años y se remite a los que tienen afores; las propuestas de campaña de las y el candidato a partir de marzo en el tema de las pensiones donde Claudia Sheinbaum propone un apoyo bimensual del 50% de la PBAM a las mujeres de entre 60 y 64 años, y Xóchitl Gálvez afirma que la PBAM se entregará a partir de los 60 años, aunque ninguna habla del mecanismo mediante el cual saldrán los recursos económicos para dichas propuestas.
Para el 2024 están presupuestados 1.99 billones de pesos para ambos tipos de pensiones que es el equivalente al 27.3% de los ingresos íntegros del gobierno federal y el 22% del presupuesto de egresos y el 5.8% del PIB, a nivel federal existen mínimo 7 instituciones que entregan pensiones, siendo la que tiene mayor cobertura el IMSS con el 75% del total de pensiones contributivas. Un dato importante del actual gobierno es que entre 2018 a 2024 las pensiones contributivas crecieron un 41% y las no contributivas en un 879%; la llamada generación de transición consume en la actualidad en pensiones el 95.5% y la generación afore el 4.4%.
Que nos espera rumbo al 2030 (final del próximo sexenio): Si no se aprueban las iniciativas de reformas constitucionales, ni se aplican las propuestas de cualquiera de las dos candidatas, para el año 2030 gastaremos en pensiones el 7.1% del PIB; por otro lado, si se aprueban las iniciativas de reformas constitucionales, la PBAM se adecua de acuerdo al porcentaje de inflación anual y se incorporan todas las personas mayores de 60 años a la PBAM, para el 2030 se gastará el 7.7% del PIB, en el supuesto de que se incluyeran a las mujeres de entre 60 y 64 con el 50% del equivalente de la PBAM se destinaría el 7.2 del PIB y en el otro supuesto de que se aprobarán las iniciativas de reformas constitucionales y suponiendo que la PBAM tuvieran incrementos promedio del 15% anual terminaríamos el sexenio próximo con un gasto del 7.8% del PIB en pensiones. La SHCP proyecta la reducción de los ingresos tributarios para el 2029, ubicándose en tan solo un 20.8% del Producto Interno Bruto.
En la actualidad el gastar el 7% del PIB o más, ya tiene repercusiones en temas tan importantes como en la salud o la educación, seguir sobrecargando esa proporción en pensiones contributivas y sobre todo en las no contributivas traerá un deterioro mayor en el gasto social y en él no social, prevé el estudio de referencia que nos seguiremos endeudando en niveles que para el 2024 superen el 5.4% del PIB,¸ el ir acrecentando tanto la cantidad de personas, así como el incremento de la percepciones de la PBAM nos obliga a serias reflexiones, análisis y debates sobre cómo son ahora y cómo serán en el futuro inmediato y mediato sus fuentes de financiamiento.
Las pensiones no contributivas (PBAM) son una gran tentación política-electoral para todos los partidos políticos, ya que atraen en automático a segmentos importante de la población, tanto a los que la recibirán de manera directa como a los familiares de estos, por lo que representa para el gasto familiar, solamente con una alta carga de responsabilidad social-política el próximo gobierno, lo encabece quien fuere, podrá tomar la mejor decisión para los mexicanos, no afirmamos que deba desaparecer la PBAM o reducirlo, lo que si suscribimos de forma categórica que debe de repensarse de forma urgente, pero, no por urgente atropellada, como se puedan mejorar, y de donde saldrán las fuentes de financiamiento, para con ello darle viabilidad futura de la PBAM.
Frase para reflexionar:
“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”
Peter Drucker, consultor y profesor austriaco (1909-2005)